domingo, 17 de enero de 2021

RAZONES DE LOS ESTUDIANTES PARA TRABAJAR EN EL AULA.




Los profesionales de la educación tienen la idea o la convicción, y no sin razón, que la motivación es un elemento clave para el desarrollo de un curso con éxito. A lo largo de este blog explicaremos que es la motivación para el aprendizaje y sus tipos.

La motivación es lo que induce a un apersona a realizar alguna acción. En el caso de la enseñanza nos referimos a la estimulación de la voluntad de aprender. No debemos entender la motivación como “una técnica” o un “método de enseñanza” sino como “un factor” que siempre está presente en todo proceso de aprendizaje. (Mora, C., 2007).

¿Qué es la motivación?

La motivación es la fuerza que nos mueve a realizar actividades. Estamos motivados cuando tenemos la voluntad de hacer algo y, además, somos capaces de preservar en el esfuerzo que ese algo requiera durante el tiempo necesario para conseguir el objetivo que nos hayamos propuesto.

La motivación en el aprendizaje es el interés que tiene el alumno por su propio aprendizaje o por las actividades que le conducen a él. El interés se puede adquirir, mantener o aumentar en función de aquellos elementos intrínsecos y extrínsecos anteriormente nombrados.

Pedro Ovalle, citado por Mora (2007), nos recuerda que se usa la expresión motivación como elemento clave que impulsa al ser humano a tomar una acción para dirigirse  a un determinado lugar o a asumir una posición con respecto a una situación nueva. Ahora bien, este aspecto es decisivo en cualquier actividad que desarrolla el ser humano, razón por la cual es necesario tenerlo en cuenta en el proceso de aprendizaje.


Tipos de motivación

Estos se basan más se basan en los factores internos y externos que engloban al estudiante.

·         Motivación relacionada con la tarea, o intrínseca: la asignatura que en ese momento se está estudiando despierta el interés. El alumno  va reforzando cuando comienza a dominar el objeto de estudio.

 

·         Motivación relacionada con el yo, con la autoestima: al intentar aprender y conseguirlo vamos formándonos una idea positiva de nosotros mismos, que nos ayudara a continuar con nuestros aprendizajes. Las experiencias que tienen los estudiantes van formando poco a poco el autoconcepto y la autoestima. Es el deseo constante de superación, guiado siempre por un espíritu positivo.

·         Motivación centrada en la valoración social: la aceptación y aprobación que se recibe por parte de las personas que el alumno considera superiores a él. La motivación social manifiesta en parte una relación de dependencia hacia esas personas.

·         Motivación que apunta al logro de recompensas externas: en este caso estamos hablando de los premios, regalos que se reciben cuando se han conseguido los resultados esperados.

La motivación o desmotivación se produce en interacción con el contexto

No es lo mismo comenzar una clase planteada un interrogante que despierte la curiosidad, que pedir  a los estudiantes directamente que saquen sus libros y comiencen a leer, al decir “hoy nos toca el tema…” y empezar después una exposición de tipo magistral, o señalar que deben presar atención porque el contenido de la clase aparecerá en la próxima evaluación.

Los contexto creado por los profesores tampoco motivan o desmotivan por si solos. Por ejemplo, un profesor dice en un momento dado: “Van a realizar los problemas que tienen en el texto. A ver quién lo termina primero”. Esta frase puede constituir un incentivo importante para los alumnos competentes entre cuyas metas prioritarias está el ganar a los demás. Por el contrario, puede desmotivar a los alumnos que tienen una valoración muy libre de sus propias capacidades y unas expectativas de éxito bajas, y cuyas metas prioritarias es evitar quedar mal frente a los demás.

Esto es, los contextos creados por lo profesores interactúan con algunas características personales de los alumnos que afectan a su motivación. En otras palabras, hay formas de actuación del profesor qué contribuyen a motivar o desmotivar a la mayoría, otras, sin embargo, tiene efectos distintos según el tipo de alumno de que se trate.

La interacción entre el alumno y el contexto es dinámica

La interacción entre los contextos creados por profesores y profesoras y las características con las que alumnos y alumnas abordan el trabajo escolar no es estática sino dinámica. Un alumno puede comenzar una actividad propuesta por el profesor con sumo interés y, al poco rato, dejar la tarea y ponerse a hablar con los compañeros. 

Veremos que aunque los alumnos estén trabajando individualmente, determinadas formas de contextualización de la actividad por parte de los profesores y determinado formas de interacción en el aula contribuyan positivamente a que los alumnos desarrollen formas de enfrentarse a las tareas escolares que el ayudan a mantener el interés por aprender ya  evitar el abandono del esfuerzo preciso.

Funciones del profesor para mejorar la motivación del estudiante

¿Qué función tiene el profesor en la motivación del alumno?

Suscitar y mantener la motivación en el aula no es una tarea sencilla, el profesorado debe fijar tres objetivos

·         Suscitar el interés.

·         Dirigir y mantener el esfuerzo.

·         Lograr el objetivo de aprendizaje prefijado.

Lo primero que debe considerar el profesorado es que cada alumno es diferente y tiene una serie de motivaciones distintas, esto supone que se pueden realizar acciones de motivación colectivas, pero que también habrá que realizar acciones personalizadas para cada alumno y alumna. 

Algunas de las tareas que pueden hacer los profesores para lograr la motivación en el aula, son las siguientes:

·         Razones de los alumnos y alumnas para aprender

·         Elegir actividades que supongan un reto para los alumnos y alumnas.

·         Variar el tipo de actividad de manera que se introduzcan novedades cada cierto tiempo.

·         Ayudar a los estudiantes a la hora de tomar decisiones

·         Fomentar la responsabilidad del alumnado y su independencia.

·         Ayudar para el desarrollo de la autoestima y del autocontrol personal.

·         Reconocer los logros y explicar que los errores son una forma de aprender.

·         Impulsar el trabajo en equipo.

·         Conocer las razones de los niños y niñas para aprender.

 

Es un elemento esencial para lograr impulsar la motivación en el aula. Algunos de los motivos que impulsan el aprendizaje son los siguientes:

·         Dominar nuevos conocimientos. Muchos alumnos se interesan por una asignatura porque quieren adquirir nuevos conocimientos y completar los que ya tienen.

·         Aprender algo útil. Cuando se aprende algo que no se ve claramente para qué sirve, puede desmotivar. La labor del profesor va a consistir en desvelar la utilidad de la materia que enseña.

 

 

·         Lograr recompensas. La recompensa puede no ser algo material, sino simplemente un elogio por un trabajo que el alumno o alumna realice. Una recompensa material puede llegar a ser perjudicial y producir el efecto de que solo se trabaje cuando haya una recompensa.

·         Aumentar la autoestima. En ocasiones los alumnos y alumnas desean aprender para sentirse integrados en el grupo, pero esto puede suponer el uso de técnicas de estudio inadecuadas que fomentan solo el aprendizaje a través de la memorización de datos, sin comprender lo que se está estudiando.

·          Autonomía. La autonomía personal es una de las motivaciones más importantes de los alumnos y alumnas para aprender en la escuela. El reto de los profesores es mostrar la materia que enseñan como algo no impuesto, sino como algo que fomenta la libertad personal y la autonomía.

·         Salir de la pobreza. La falta de formación perpetua la pobreza y una de las motivaciones que más impulsa a los niños y niñas es aprender para poder valerse por sí mismos, acceder a puestos de trabajo mejores y más cualificados y conseguir salir de la pobreza.

 


Etapas de la motivación en el aula

Crear motivación en el aula requiere seguir un proceso que tiene varias etapas que pueden ser las siguientes:

·         Capta la atención. Los niños y niña son curiosos y captar su atención será una forma de motivarles para aprender. Puedes comenzar la enseñanza de una asignatura contando una anécdota, dando datos curiosos o haciendo preguntas. Generar una reflexión o un debate entre los alumnos es una excelente forma de hacerles pensar y que se motiven para aprender.

·         Busca lo que les apasiona. Encontrar la chispa que genera la motivación parte de buscar lo que apasiona a tus alumnos y alumnas. Pregúntales qué les gustaría aprender, qué método les gustaría usar o en qué espacio de trabajo les gustaría trabajar. No debes olvidar que cada uno tendrá necesidades y gustos diferentes.

·         Logra que el aprendizaje sea un descubrimiento. Descubrir algo nuevo siempre es motivador. Para lograr que tus alumnos y alumnas se motiven puedes implicarles en todo el proceso de aprendizaje, trabajar en base a proyectos y hacer que se realicen trabajos en equipo de manera que se motiven unos a otros.

 

 

·         Aplica un aprendizaje muy práctico. Como decíamos antes, que los alumnos y alumnas conozcan la utilidad de lo que aprenden es fundamental para que se motiven. Para lograrlo es fundamental que enfoques cada nuevo conocimiento que quieras enseñarles de una forma totalmente práctica, de manera que vean como se aplica a la vida cotidiana.

·         Utiliza las nuevas tecnologías. Los alumnos y alumnas actuales son nativos digitales por lo que el uso de nuevas tecnologías les motivará a estudiar. Las TIC se pueden utilizar en la forma de exponer la materia y en la manera en la que los estudiantes se documentan sobre un tema, por ejemplo.

·         Haz ver cómo progresan. Cuando los niños ven que con el tiempo mejoran, su motivación aumenta, por lo que es importante que vean ese progreso y que pueden aprender cada día cosas nuevas que sean útiles para su vida.

 

 

En conclusión…

“La motivación no solamente debe estar en la actividad inicial, sino que debe mantenerse hasta el final, y ser el punto de partida, si el proceso de aprendizaje tiene éxito, de nuevas motivaciones para nuevos procesos.

Cada alumno se motiva por razones diferentes, esto nos lleva a una consecuencia: los incentivos tienen un valor motivacional limitado. La misma actividad incentivadora produce distintas respuestas en distintos individuos, o incluso en el mismo estudiante en diversos momentos. 

No se trata de motivar a los estudiantes, sino más bien, de crear un ambiente que les permita motivarse a sí mismos”.

Fuentes de consultadas...

·         BELEN NAVARRETE RUIZ DE CLAVIJO. “MOTIVACION, MOTIVACION EN EL APRENDIZAJE, ACCION MOTIVACIONAL DEL PROFESOR EN EL AULA. ISSN 1988-6047. DEP. LEGAL: GR 2922/2007. N° 15- FEBRERO DE 2009. https://archivos.csif.es/archivos/andalucia/ensenanza/revistas/csicsif/revista/pdf/Numero_15/BELEN_NAVARRETE_1.pdf

·         https://www.educo.org/Blog/Como-mantener-la-motivacion-en-el-aula#:~:text=Razones%20de%20los%20alumnos%20y%20alumnas%20para%20aprender&text=Fomentar%20la%20responsabilidad%20del%20alumnado,Impulsar%20el%20trabajo%20en%20equipo.

·         http://www.terras.edu.ar/biblioteca/6/TA_Tapia_Unidad_4.pdf

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