lunes, 16 de noviembre de 2020

DISCRIMINACIÓN ESTRUCTURAL Y DESIGUALDAD SOCIAL

 


LA DISCRIMINACIÓN ESTRUCTURAL Y

LA DESIGUALDAD SOCIAL

En México, una amplia mayoría de la población enfrenta una discriminación estructural: mujeres, personas mayores, pueblos y comunidades indígenas, personas con discapacidad, niñas, niños y adolescentes, así como una gran variedad de grupos adicionales que experimentan dificultades sistemáticas para ejercer sus derechos.

 

La discriminación es estructural porque permea todas las maneras en que nos relacionamos, tanto en lo público como en lo privado. A lo largo de generaciones, ciertos colectivos se han visto marginados de manera reiterada; en otras palabras, el acceso a los derechos no ha variado de manera aleatoria, sino conforme a perfiles sociodemográficos. La complejidad del fenómeno es tal que no depende únicamente de decisiones conscientes o actos intencionales, sino que está inscrito en el funcionamiento cotidiano de nuestra sociedad y sus instituciones.

 

Ahora entendemos por discriminación al conjunto de prácticas, informales o institucionalizadas, que niegan el trato igualitario o producen resultados desiguales para ciertos grupos sociales y que tienen como consecuencias la privación o el menoscabo en el acceso a los derechos y la reproducción de la desigualdad social.

 

A continuación, realizamos una breve discusión de los componentes de esta definición.

 

El primer componente de esta definición son las prácticas que niegan el trato igualitario o producen resultados desiguales. Proponemos orientar nuestra definición de discriminación hacia las prácticas específicas dirigidas contra ciertos grupos sociales. Este énfasis implica desplazar la atención desde los estereotipos y los prejuicios hacia las conductas y los comportamientos concretos y sus resultados

 

En segundo lugar, las personas pueden tener una tendencia a ocultar sus prejuicios o a justificar sus prácticas discriminatorias basadas en prejuicios con otro tipo de explicaciones, particularmente cuando los prejuicios en cuestión no gozan de legitimidad social.

 

En tercer lugar, los prejuicios pueden actuar en un plano inconsciente, de manera tal que se puede incurrir en conductas discriminatorias incluso cuando los individuos conscientemente repudien el racismo, el sexismo u otras formas de prejuicio.

Por último, desde una perspectiva de política pública, orientarla definición de la discriminación al ámbito de las prácticas permite concentrarse en acciones para combatir las conductas personales y grupales, así como las normativas y los diseños institucionales discriminatorios que inhiben el ejercicio de los derechos e incrementan la desigualdad social.

 


Paremos aquí y no perdamos de vista las siguientes palabras “DESIGUALDAD SOCIAL”, ahora imagínate un caso que hayas experimentado donde haya una desigualdad social, si es en caso negativo entonces prepara tu libreta y anota lo mas importante para poder distinguir un trato desigual.

Seguramente habrás oído hablar más de una vez de la desigualdad social, término que en los últimos años ha cobrado especial protagonismo cuando se trata de analizar las relaciones geopolíticas internacionales o la inclusión de sectores sociales que, por diversas razones, han estado históricamente marginados.

La desigualdad social es una situación socioeconómica que se presenta cuando una comunidad, grupo social o colectivo recibe un trato desfavorable con respecto al resto de miembros del entorno al que pertenecen.

Otros elementos que pueden motivar la desigualdad social son la cultura, la etnia, la raza, la religión, el origen y la nacionalidad, las costumbres y la ideología.

Es por esto que en casi todos los casos la desigualdad social conlleva, además de una situación de marginación y aislamiento, el señalamiento de esos grupos sociales que se han visto afectados directamente por esta circunstancia.

De tal motivo si juntamos la discriminación estructural con la desigualdad social, notamos una pequeña relación en donde las dos marginan o aíslan a personas por su cultura, religión, ideología, entre muchos casos más.

Por lo consiguiente la discriminación por trato desigual ocurre cuando, partiendo de una misma situación original, los miembros de un grupo social reciben un trato desigual en comparación con los de otros grupos, en virtud de su adscripción al grupo social en cuestión. Ésta es la expresión más difundida de las prácticas discriminatorias.

    Un ejemplo de esta forma de discriminación, entre muchos otros, es la prohibición explícita en el acceso a ciertos espacios públicos o a instituciones para las personas que son miembros de un grupo social discriminado (gays, miembros de determinados grupos religiosos, mujeres, etcétera).

 

La discriminación por resultados desiguales refiere a las prácticas que no están dirigidas directamente hacia los miembros de un grupo social, pero que tienen como resultado efectivo la obstaculización en el disfrute de sus derechos u otros resultados desventajosos para los miembros de ese grupo en razón de su pertenencia al mismo.

 

Cuando afirmamos que la discriminación es un fenómeno de carácter estructural nos referimos a tres rasgos adicionales:

 

a)    La discriminación se fundamenta en un orden social que es independiente de las voluntades individuales.

b)    La discriminación se constituye como un proceso de acumulación de desventajas, tanto a lo largo del curso de vida como entre las generaciones.

c)     La discriminación tiene consecuencias macro-sociales en los ámbitos del disfrute de los derechos y la reproducción de la desigualdad social.



Conclusión:

“La discriminación estructural es una de los casos que radica no solo en México si no que también en otros países. De tal motivo debemos de considerar que se relacionan con una desigualdad social por el hecho de que realizan una marginación a las personas que simplemente no estén capacidades en su círculo social, así como también en su ideología o cultura.

Dejemos de estar discriminar, de marginar y sobre todo de utilizar no solo las palabras si no que actos físicos (violencia) para expresarnos.

Seamos personas respetuosas, disciplinarias y sobre todo inclusivas; porque la discriminación y la desigualdad no es un juego, sino que es un problema que debemos de acabar.

Discriminar  no te hace más hombre o más mujer, sino que te hace ser menos ser humano”

Fuentes consultadas.

https://e-igualdad.net/tipos-discriminacion-social/

Autor: Patricio Solís

Coordinación editorial y diseño: Génesis Ruiz Cota

Cuidado de la edición: Armando Rodríguez Briseño

Primera edición: octubre de 2017. © 2017. Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación

Dante 14, col. Anzures, del. Miguel Hidalgo, 11590, Ciudad de México

www.conapred.org.mx

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