FAMILIA,
DISCAPACIDAD Y EDUCACIÓN
La
imposibilidad de caminar puede ser el resultado de una lesión clínicamente
diagnosticada, pero la incapacidad que una persona con tal lesión experimenta
consiste en la inaccesibilidad impuesta por la organización social en que vive.
(Morris,
2001 en Edler, s. f.)
La
educación con enfoque inclusivo, aspira al desarrollo de las escuelas comunes
para que todos los estudiantes, no obstante sus diversidades individuales,
culturales y sociales ante el aprendizaje puedan acceder a una educación de
calidad con equivalentes oportunidades de aprender y
participar en el contexto escolar.
Se considera que un estudiante
presenta Necesidades Educativas Especiales cuando muestra dificultades mayores
que las del resto de sus compañeros para acceder a los aprendizajes que le
corresponden de acuerdo a su edad o curso y requiere para compensar dichas
dificultades, apoyos extraordinarios y especializados, que de no
proporcionárseles limitan sus oportunidades de aprendizaje y desarrollo.
Las NEE surgen de la interacción
entre las dificultades que presenta el estudiante y las condiciones (barreras)
del contexto escolar, familiar y social en que vive, cuando éstos interponen
barreras o no han desarrollado las capacidades y estrategias suficientes para
responder a sus necesidades educativas.
La educación especial es
reconocida en la Ley General de Educación como una modalidad educativa que
desarrolla su acción en los distintos niveles del sistema escolar: en la
educación de párvulos, básica, media, adultos; en escuelas especiales; y en
escuelas y aulas hospitalarias.
Esta modalidad actúa a través de
un conjunto de servicios, recursos humanos y técnicos, conocimientos y ayudas
especializadas para favorecer la participación y progreso en los aprendizajes
de los alumnos y alumnas que presentan Necesidades Educativas Especiales (NEE).
El
enfoque de la educación especial es inclusivo, privilegia que los estudiantes que presentan NEE puedan aprender y
participar con otros niños, niñas y jóvenes de su edad en el contexto de los
establecimientos de enseñanza común, con los apoyos que requieran.
Frecuentemente
es necesario establecer un nuevo contrato entre familia y escuela para
reproducir una situación en la que la escuela debe potenciar la implicación,
los docentes mantener su derecho a ejercer libremente y los progenitores
defender sus intereses y los de sus hijos. Garreta y Llevot (2005), en Garay (2013)
Los escenarios familia y
escuela son objeto de análisis central en este estudio, es importante incursionar
de manera concreta tanto en su caracterización como su articulación, sin perder
de vista que los aspectos abordados apuntan a la articulación del trabajo con
familia desde el ámbito escolar para potenciar procesos educativos de personas
con discapacidad.
La familia y la escuela,
dos escenarios fundamentales en los que se desarrollan la gran mayoría de
nuestros niños, niñas y jóvenes, han sido instituciones históricamente
constituidas con el fin de responder a las necesidades y demandas sociales.
Aunque poseen características exclusivas y definitorias que las convierten en
dos contextos claramente diferenciados, también comparten funciones en común:
garantizar la formación, orientación, socialización y acercamiento al
conocimiento de normas y convenciones estructurales de la sociedad; esto hace
que desde el origen de la escuela siempre haya existido un necesario vínculo de
interdependencia con la familia.
En la actualidad, la familia y la escuela se
hallan en un periodo nuevo de su historia, caracterizadas por cambios profundos
y acelerados que no se deben al azar. Tradicionalmente a la familia y la
escuela se les ha asignado la función de ser transmisoras de los conocimientos
que los individuos jóvenes necesitan para la vida futura así como de la
socialización de normas y valores (Torío, 2004, p. 39).
La familia es la primera
instancia de socialización, parte importante de su papel en este proceso radica
en la forma de potenciar en la infancia y la adolescencia las capacidades de
acción, interacción e intercambio, así como la generación de habilidades para
la vida y el sentido de responsabilidad social. La escuela, por su parte, es el
segundo espacio fundamental para potenciar este desarrollo; los objetivos
formativos de las instituciones educativas se centran fundamentalmente en el
fomento de procesos de enseñanza y aprendizaje a partir de experiencias
orientadas y prácticas de socialización que resultan determinantes en la
configuración de la identidad y la personalidad, la formación de valores y el
desarrollo de las habilidades sociales.
Retomando las palabras de
Blanco (1999), citado por Giraldo (2012),
La escuela tiene como finalidad fundamental
promover de forma intencional el desarrollo de ciertas capacidades y la
apropiación de determinados contenidos de la cultura, necesarios para que los
estudiantes puedan ser miembros activos en su marco sociocultural de
referencia. Para conseguir la finalidad señalada, la escuela ha de conseguir el
difícil equilibrio de ofrecer una respuesta educativa, a la vez comprensiva y
diversificada, proporcionando una cultura común a todos los estudiantes, con el
fin de evitar la discriminación y desigualdad de oportunidades, y respetando al
mismo tiempo sus características y necesidades individuales (p. 9).
La
discapacidad históricamente y de diferentes modos, se ha constituido en un
estigma que ha diferenciado y diferencia negativamente a unos individuos de
otros y los pone en situación de desventaja. No es solo que no puedan hacer por
sí mismos, sino que la sociedad determina (considera, piensa, cree) que no
pueden por lo que muchas veces ésta los obstaculiza o desfavorece. Pantano (s. f.), en Brogna
(2009, p. 77)
Estilos
relacionales establecidos en el contexto escolar tomando como base la visión
que se tiene sobre discapacidad
Las visiones y
concepciones sobre discapacidad identificadas en los contextos escolares,
permean las interacciones y relaciones que se establecen en los procesos
educativos, determinando en gran medida la visión de adulto-niño (docente-estudiante),
las prácticas y las pautas que se establecen en las dinámicas escolares y que
finalmente impactan el proyecto de vida personal y escolar. “Un clima escolar
basado en relaciones de aceptación, respeto y valoración de las diferencias
entre profesores, alumnos y padres, es una condición necesaria para alcanzar el
objetivo de una educación inclusiva que integra la diversidad” (Unesco, 2003,
p. 75).
Si bien, la noción de estilo educativo se
retoma desde el contexto de crianza, siendo definidos los estilos educativos
parentales como:
Esquemas prácticos que
reducen las múltiples y minuciosas prácticas educativas paternas a unas pocas
dimensiones, que, cruzadas entre sí en diferentes combinaciones, dan lugar a
diversos tipos habituales de educación familiar (Coloma, 1993, en Torío, Peña y
Rodríguez, 2008, p. 156).
De acuerdo con Musito y Cava (2001), la
escuela como agente de socialización influye también en la formación, generando
en su interior esquemas prácticos y relacionales que determinan formas de
interacción “los distintos educadores utilizarán,
además, estilos de socialización de tipo autoritario, permisivo o autorizativo,
valorarán más la competitividad o la cooperación en el aula, y favorecerán en
mayor o menor medida la interacción entre los alumnos” (p. 13).
Una
oportunidad para la proyección de líneas de acción
Es importante plantear una
primera línea de acción denominada: creencias, concepciones y visiones
sobre discapacidad para el
trabajo en el sistema educativo en general y, en particular, con cada uno de
los agentes encargados de la prestación del servicio educativo a niños, niñas y
jóvenes con discapacidad, con el ánimo de promover una cultura del respeto a la
diferencia, del reconocimiento de la diversidad y del potencial que se
encuentra en la exploración de la habilidad al descentrar la actuación del
déficit.
Desde esta línea se
propone aunar esfuerzos y generar estrategias encaminadas al cambio de
concepción, visión y representación social de la discapacidad, de tal forma que
impacte el sistema de creencias de la sociedad civil y de la institución
educativa en general, con el fin de promover la aceptación de la diferencia y
el reconocimiento de la diversidad como riqueza en la construcción de sociedad
y en el proyecto de vida escolar con proyección hacia la formación en y para la
vida.
Para esto, es importante
que tanto la institución como los agentes educativos, centren su mirada en el
reconocimiento de las potencialidades, habilidades, necesidades y
requerimientos particulares del niño, niña o joven, potenciando el desarrollo
de su subjetividad.
Se propone entonces:
· Reconocer las creencias, concepciones y visiones sobre la discapacidad que hay en la institución y su articulación con patrones culturales y representaciones sociales, para tener un panorama estructural de las implicaciones en las pautas, creencias y prácticas establecidas en los procesos de escolarización.
· Promover una cultura de cambio frente a la concepción y visión de discapacidad, llevando a la comunidad educativa a la comprensión de ésta como un proceso humano que resulta de la relación entre las particularidades, necesidades y requerimientos de una persona y las barreras que le impone su entorno. En este sentido, se propone potenciar a los docentes para que examinen sus propias prácticas en forma crítica, a la luz de un conocimiento detallado de las necesidades de los estudiantes. De igual forma, es importante brindar herramientas para generar una cultura de inclusión promoviendo valores inclusivos: respeto a la diferencia, independencia, autonomía, cooperación, solidaridad, entre otros.
· Generar las estrategias que se requieran a nivel organizativo, curricular y profesional. En este sentido es primordial que la transformación de las prácticas docentes ocurran en el contexto de cambios más amplios en la gestión y organización curricular (flexibilización, diversificación, diseño de ambientes), de manera que el cambio educativo se apoye en estos factores como parte integral de otras iniciativas internas y externas de la escuela.
· Promover en la institución que tanto docentes como otros profesionales que intervienen en los procesos escolares de personas con discapacidad, reflexionen frente a las diferencias individuales y la identificación de diversidad de estilos y ritmos de aprendizaje y participación (necesidades, características y expectativas), fortaleciendo el desarrollo de estrategias y actitudes que permitan potenciar las habilidades de todos, por medio de la planeación y estructuración de currículos y didácticas flexibles.
· Siendo la meta el reconocimiento de la persona con discapacidad como miembro activo en la construcción de sociedad desde su subjetividad, es fundamental que dicho reconocimiento parta de la interacción con el contexto familiar, teniendo en cuenta que éste desempeña un papel fundamental para su desarrollo y el reconocimiento de sus habilidades, intereses y potencialidades.
Conclusión
Por eso tener una escuela de calidad, es aquella que incluye y responde a
las necesidades educativas de todos los estudiantes, reconociendo y valorando sus diferencias, al mismo
tiempo que va desarrollando las competencias, habilidades y
talentos de cada uno(a).
Además de que tiene muy en cuenta que la familia es uno de
los principales recursos de apoyo para lograr progresos en los aprendizajes de
los estudiantes, y por tanto la
invita a participar e involucrarse en la toma de decisiones
educativas respecto de sus hijos e hijas, construyendo con
ella una relación positiva y de colaboración.
REFERENCIAS
BIBLIOGRAFICAS
Manjarrés Carrizales, Dora. Familia, discapacidad
y educación: anotaciones para comprender y reflexionar en torno a propuestas de
interacción desde la institución educativa / Dora Manjarrés Carrizales, Elvia
Yanneth León González, Andrés Gaitán Luque. – 1a ed. – Bogotá: Universidad Pedagógica
Nacional, CIUP, 2015. 240 p.: il
Aída Guzmán
Cifuentes. GUIA N° 4. ESCUELA, FAMILIA Y NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES.
Santiago de Chile, MINEDUC, 2012. ISBN 978-956-292-358-3. Todos los derechos
reservados.
Buena información compañera
ResponderBorrarexcelente información es un tema importante para nosotros
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